EL PUQUIO QUE LLORA
En la falda de una montaña, hay un pueblito pequeño donde las casas están construidas con madera de hualtaco, huayacan y overal. Están revestidas con barro y cemento sus pobladores se dedican a la ganadería y la agricultura y los que menos les gusta este trabajo se dedican al comercio, llevar y vender al mercado los productos que su pueblo les brinda.
En la falda del cerro hay un Hawái, su agua mana del subsuelo con olor y sabor a azufre, cuentan los mayores que de allí sacaban el agua cuando la sequía llegaba y aún no contaban con agua potable.
Un día las profesoras llevaron de paseo a sus alumnos, para que conozcan el puquio. Un grupo de alumnos se adelantaron y escucharon que alguien lloraba y decía : “hay que vergüenza me da que los niños vengan con sus maestras a visitarme y estoy bien feo, ¡ya no soy el de antes!, un desalmado vino con su motosierra y cortó todos los frondosos algarrobos que me rodeaban, allí los pajaritos hacían sus nidos y me alegraban con sus bellos trinos, hoy estoy a la intemperie, el sol me seca día a día , ya casi no tengo agua para dar de beber a mis amigos los animales que me acompañan en el cerro¡ quisiera esconderme para que no me vean así”. Y el agua se escondió.
Cuando los niños se acercaron, efectivamente el Hawái ya no tenía agua, apenas unas gotitas caían. Las avispas, abejas, sapos estaban allí chupando las gotitas de agua, los chivos que llegaban con sus patitas raspaban el puquio y escurrían las gotas que manaban en medio del fango negro,que quedaba como testimonio de lo que había sido un hermoso manantial de agua sulfurosa en el cerro. Al llegar la profesora María Racael, abrió los ojos bien grandotes y dijo: “¿Dios mío cómo es posible que hayan cortado los árboles que rodeaban el puquio?¡ Esta gente no tiene corazón, el puquio ya no tiene agua! y comenzó a dar toda una charla acerca de la importancia de los árboles para proteger el agua.
Al cabo del tiempo toda la escuela se puso en acción y comenzaron a educar a la comunidad a proteger el agua; la quebrada, los pozos, los puquios, los ríos y toda clase de cuencas de agua.
Autor: Perla Del Campo
LA ESCASES DEL AGUA DULCE
El agua es muy abundante en nuestro planeta, porque las tres cuartas partes de ella es agua, pueden ser aguas oceánicas, continentales o atmosféricas
Las aguas oceánicas las encontramos en los mares y son las más abundantes porque tienen el 97% de agua salada; Las aguas continentales las encontramos en los lagos, ríos, glaciares y aguas subterráneas, tienen un bajo contenido en sales, constituyen en un 3% de agua; Las aguas atmosféricas las encontramos en forma de vapor y su porcentaje es mínimo.
Ahora podemos afirmar que la cantidad de agua dulce liquida en nuestro planeta es escasa. Razón por la cual todos nosotros debemos de unirnos y cuidar el agua, ahorrando y no contaminándola.
Nombre: Neysi M. Garavito Infante.
Grado: 6º De Primaria
CONTAMINACIÒN DEL AGUA
Nosotros los seres humanos contaminamos el agua cuando:
• Arrojamos basuras a las cuencas de agua.
• Vertimos veneno en ella.
• Tiramos los animales muertos y depósitos de veneno a la quebrada o el rio.
Es necesario que concienticemos a la gente, de que debemos mantener el agua limpia para evitar enfermedades a las personas, animales y plantas. Nosotros las niñas y los niños, tenemos la obligación de educar a nuestra familia dialogando, compartiendo con ellos lecturas ,trabajos de investigación, dibujos ,pinturas, y todo tipo de textos para hacerlos reflexionar del compromiso que tenemos todos del uso racional del agua.
Hay un problema cuando el agua se enriquece de modo artificial con nutrientes que producen el crecimiento anormal de las plantas. Los fertilizantes de loa cultivos pueden ser los responsables de la contaminación del agua. Otro problema es la lluvia ácida que ha dejado muchos lagos del norte del este de Europa y del noroeste de Norte América contaminados.
Autor: Kathia L. Padilla Garabito
Grado: 6º De Primaria.
CUIDANDO EL AGUA
EL NIÑO QUE DESPERDICIABA EL AGUA
Había una vez un niño llamado Harold, un día paseaba por la quebrada y vio un señor que tiraba un chivo muerto al agua, se le acerco y la dijo: “señor, señor; no tire ese animal al agua, mire que su mamá vive más abajo , va a utilizar esta agua y usted la está contaminando”. El señor se lo quedó mirando y contestó “Tienes razón hijo pero sino tiro al chivo a la corriente va a contaminar el aire por que va a estar apestando aquí” “No señor entiérrelo, a los animales también se les entierra como a las personas”
Al otro día Dany fue a Institución educativa comentó en clase lo que le había sucedido .La profesora explicó que era un problema la contaminación del agua, y les preguntó ¿Qué podríamos hacer para promover el cuidado del agua? Los niños organizaron un pasacalle hicieron afiches, slogan, lemas, recomendaciones, compusieron canciones alusivas al cuidado del agua para hacer su marcha. Toda la comunidad empezó a cambiar .Hoy en día animal que se muere es enterrado, los niños les colocan una cruz y les llevan flores del campo.
Autor: Albert Infante Marchan
Grado: 5º De Primaria
domingo, 2 de octubre de 2011
La creatividad de mis niños
EL PUQUIO QUE LLORA
En la falda de una montaña, hay un pueblito pequeño donde las casas están construidas con madera de hualtaco, huayacan y overal. Están revestidas con barro y cemento sus pobladores se dedican a la ganadería y la agricultura y los que menos les gusta este trabajo se dedican al comercio, llevar y vender al mercado los productos que su pueblo les brinda.
En la falda del cerro hay un Hawái, su agua mana del subsuelo con olor y sabor a azufre, cuentan los mayores que de allí sacaban el agua cuando la sequía llegaba y aún no contaban con agua potable.
Un día las profesoras llevaron de paseo a sus alumnos, para que conozcan el puquio. Un grupo de alumnos se adelantaron y escucharon que alguien lloraba y decía : “hay que vergüenza me da que los niños vengan con sus maestras a visitarme y estoy bien feo, ¡ya no soy el de antes!, un desalmado vino con su motosierra y cortó todos los frondosos algarrobos que me rodeaban, allí los pajaritos hacían sus nidos y me alegraban con sus bellos trinos, hoy estoy a la intemperie, el sol me seca día a día , ya casi no tengo agua para dar de beber a mis amigos los animales que me acompañan en el cerro¡ quisiera esconderme para que no me vean así”. Y el agua se escondió.
Cuando los niños se acercaron, efectivamente el Hawái ya no tenía agua, apenas unas gotitas caían. Las avispas, abejas, sapos estaban allí chupando las gotitas de agua, los chivos que llegaban con sus patitas raspaban el puquio y escurrían las gotas que manaban en medio del fango negro,que quedaba como testimonio de lo que había sido un hermoso manantial de agua sulfurosa en el cerro. Al llegar la profesora María Racael, abrió los ojos bien grandotes y dijo: “¿Dios mío cómo es posible que hayan cortado los árboles que rodeaban el puquio?¡ Esta gente no tiene corazón, el puquio ya no tiene agua! y comenzó a dar toda una charla acerca de la importancia de los árboles para proteger el agua.
Al cabo del tiempo toda la escuela se puso en acción y comenzaron a educar a la comunidad a proteger el agua; la quebrada, los pozos, los puquios, los ríos y toda clase de cuencas de agua.
Autor: Perla Del Campo
En la falda de una montaña, hay un pueblito pequeño donde las casas están construidas con madera de hualtaco, huayacan y overal. Están revestidas con barro y cemento sus pobladores se dedican a la ganadería y la agricultura y los que menos les gusta este trabajo se dedican al comercio, llevar y vender al mercado los productos que su pueblo les brinda.
En la falda del cerro hay un Hawái, su agua mana del subsuelo con olor y sabor a azufre, cuentan los mayores que de allí sacaban el agua cuando la sequía llegaba y aún no contaban con agua potable.
Un día las profesoras llevaron de paseo a sus alumnos, para que conozcan el puquio. Un grupo de alumnos se adelantaron y escucharon que alguien lloraba y decía : “hay que vergüenza me da que los niños vengan con sus maestras a visitarme y estoy bien feo, ¡ya no soy el de antes!, un desalmado vino con su motosierra y cortó todos los frondosos algarrobos que me rodeaban, allí los pajaritos hacían sus nidos y me alegraban con sus bellos trinos, hoy estoy a la intemperie, el sol me seca día a día , ya casi no tengo agua para dar de beber a mis amigos los animales que me acompañan en el cerro¡ quisiera esconderme para que no me vean así”. Y el agua se escondió.
Cuando los niños se acercaron, efectivamente el Hawái ya no tenía agua, apenas unas gotitas caían. Las avispas, abejas, sapos estaban allí chupando las gotitas de agua, los chivos que llegaban con sus patitas raspaban el puquio y escurrían las gotas que manaban en medio del fango negro,que quedaba como testimonio de lo que había sido un hermoso manantial de agua sulfurosa en el cerro. Al llegar la profesora María Racael, abrió los ojos bien grandotes y dijo: “¿Dios mío cómo es posible que hayan cortado los árboles que rodeaban el puquio?¡ Esta gente no tiene corazón, el puquio ya no tiene agua! y comenzó a dar toda una charla acerca de la importancia de los árboles para proteger el agua.
Al cabo del tiempo toda la escuela se puso en acción y comenzaron a educar a la comunidad a proteger el agua; la quebrada, los pozos, los puquios, los ríos y toda clase de cuencas de agua.
Autor: Perla Del Campo
F:\CUIDANDO EL AGUA\
EL SUEÑO DE JORGE LUIS
Jorge Luis, un día se acostó a dormir, se olvidó de rezar a la hora de acostarse y tuvo una pesadilla, soñó que se habían terminado los alimentos, no había agua para cocinar para bañarse, regar las plantas para que tomen los animales y todo en la tierra se moría de sed.
Todo era feo, las personas tenían los labios resecos y partidos por la sed, los ojos hundidos , la mamá de Jorge Luis se recostó sobre las piernas de Coco su esposo y le decía: “como es posible que el agua se haya terminado!, comenzaron a romper las tuberías por donde se enviaba el agua y chupaban la última gota de agua, los niños corrían y pedían una gotita de agua ; todos bebieron hasta que se terminó el agua de las cañerías, se secaron las quebradas , todos comenzaron a morir y cuando llegaron al cielo papito Dios les dijo: “hijos míos yo les di todo en la tierra , pero no lo supieron cuidar”. En eso Jorge Luis despertó y vio que todo estaba allí, dio gracias a Dios por contar todavía con agua Conversó su mal sueño a su profesora Marleny. Entonces todos decidieron estudiar mucho acerca de cómo cuidar el agua.
LA SEQUIA EN CASITAS
Cuenta mi abuelito ,que entre los años 1 975 y 1 982, en el distrito Casitas y en todo el norte del Perú se presentó un gran sequía, debido a que los bosques fueron depredados .El bosque fue invadido por la borrachera(Ipomoea carnea) El ganado se intoxicaba y terminaba muriendo. Nuestra región cayó en una terrible pobreza, especialmente nuestro distrito que es netamente ganadero.
El año 1983 se presentó el fenómeno El Niño y llovió tanto que destruyó caminos, carreteras, derrumbó puentes, aisló los pueblos, inundó las ciudades .originó muertes de ancianos y niños.
Todo este fenómeno, según los estudiosos se debe al desequilibrio en que se encuentra nuestro planeta. Hermano Casitense ¿quisieras volver a vivir esas épocas? Es obvio que tu respuesta es NO, entonces únete a nosotros y apóyanos para cuidar el bosque, no cortes los árboles que ellos son los ventiladores de la tierra, los conservadores del agua subterránea, los que rompen las nubes y atraen la lluvia.
Autor: Willy A- Padilla Garabito.
Grado: 6º De Primaria
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